Emergió como uno de los mayores talentos del baloncesto de la NCAA en la temporada del 2006. Con apenas 19 años de edad, Greg Oden, una bestia de 7 pies de estatura, fue la primera selección de Portland en el Draft. El primer impedimento que enfrentó este joven fue una terrible lesión que lo mantuvo fuera en su primer año en la exigente liga de la NBA.
Llegó con toda la fama de un súper jugador intimidante, capaz de anotar con habilidad en la zona de la pintura, buen reboteador y bloqueador, demostrando esto en su primer y único año en el baloncesto colegial con promedio de 15,5 puntos, 9,7 rebotes y 3,5 tapones por partido, llevando a la Universidad de Ohio State a la final frente a Florida donde perdieron el campeonato.
Ahora los diferentes periódicos comienzan a publicar que Oden puede convertirse en otra gran decepción en la NBA, incluso ya lo comparan con Kwame Brown, otro primer “pick” decepcionante, quien en ocho años ha jugado con 4 equipos diferentes y promedia 8,3 puntos y 5,6 rebotes. Pero esta comparación debe sonar injusta; Oden apenas está en su primera temporada y le sobreviene una severa lesión en su rodilla que lo mantuvo fuera en la temporada 2007-08.
El no poder accionar el primer año después de tantas expectativas a su alrededor, sería un duro golpe para el joven jugador de Ohio State. Las críticas recibidas hasta son muy fuertes, porque dicen que aún le falta desplazamiento lateral adecuado, que es lento y le falta agilidad, que no llega con frecuencia en transición, que le falta de consistencia en su ofensiva, que debe ganar más rebotes y cometer menos faltas. Esto parece absurdo para el gigante de primer año.
Ya que Oden jugó un solo año en el colegial y no varias temporadas para adquirir mayor experiencia antes de su partida a la NBA, su salida luce apresurada. Claro que si se recupera de sus problemas del tobillo y si no tuviese toda la presión que significa accionar en ese baloncesto del mejor nivel mundial, sería el atleta esperado.
Oden debió aguantar otro año, pelear de nuevo una final colegial y mejorar en varias facetas de su juego, para llegar con más madurez y experiencia, pero la NBA quiere envolver a esos talentos jóvenes en grandes contratos, sin importar la poca concepción de juego en equipo que puedan exhibir y muchos de ellos se quedan en el camino.
El baloncesto profesional es un espectáculo para el deleite del público, donde prima el juego individual. En la universidad están para enseñarles los fundamentos del juego, con disciplina y seriedad, preparándolos para emprender el viaje a esa gran aventura profesional. Hoy Oden pudiera estar recuperándose en el colegial y no en la NBA con toda la presión encima de llevar a su equipo a uno de los primeros lugares.
Ese es el gran dilema que tiene ahora su carrera, sus números son de 7,9 puntos y 7,3 rebotes en 22.4 minutos por juego en su primera estación con Portland, y cada noche debe enfrentarse a los mejores jugadores de la posición centro. Tal vez sea comprensible para su proyección que le estén exigiendo tanto por su elección de primer pick, pero sólo queda esperar y preguntarnos ¿qué pasara con esta bestia del juego en el colegial?, porque en la NBA, hasta el momento, no ha descollado todo el potencial que tiene este joven de la posición centro, Greg Oden.
Llegó con toda la fama de un súper jugador intimidante, capaz de anotar con habilidad en la zona de la pintura, buen reboteador y bloqueador, demostrando esto en su primer y único año en el baloncesto colegial con promedio de 15,5 puntos, 9,7 rebotes y 3,5 tapones por partido, llevando a la Universidad de Ohio State a la final frente a Florida donde perdieron el campeonato.
Ahora los diferentes periódicos comienzan a publicar que Oden puede convertirse en otra gran decepción en la NBA, incluso ya lo comparan con Kwame Brown, otro primer “pick” decepcionante, quien en ocho años ha jugado con 4 equipos diferentes y promedia 8,3 puntos y 5,6 rebotes. Pero esta comparación debe sonar injusta; Oden apenas está en su primera temporada y le sobreviene una severa lesión en su rodilla que lo mantuvo fuera en la temporada 2007-08.
El no poder accionar el primer año después de tantas expectativas a su alrededor, sería un duro golpe para el joven jugador de Ohio State. Las críticas recibidas hasta son muy fuertes, porque dicen que aún le falta desplazamiento lateral adecuado, que es lento y le falta agilidad, que no llega con frecuencia en transición, que le falta de consistencia en su ofensiva, que debe ganar más rebotes y cometer menos faltas. Esto parece absurdo para el gigante de primer año.
Ya que Oden jugó un solo año en el colegial y no varias temporadas para adquirir mayor experiencia antes de su partida a la NBA, su salida luce apresurada. Claro que si se recupera de sus problemas del tobillo y si no tuviese toda la presión que significa accionar en ese baloncesto del mejor nivel mundial, sería el atleta esperado.
Oden debió aguantar otro año, pelear de nuevo una final colegial y mejorar en varias facetas de su juego, para llegar con más madurez y experiencia, pero la NBA quiere envolver a esos talentos jóvenes en grandes contratos, sin importar la poca concepción de juego en equipo que puedan exhibir y muchos de ellos se quedan en el camino.
El baloncesto profesional es un espectáculo para el deleite del público, donde prima el juego individual. En la universidad están para enseñarles los fundamentos del juego, con disciplina y seriedad, preparándolos para emprender el viaje a esa gran aventura profesional. Hoy Oden pudiera estar recuperándose en el colegial y no en la NBA con toda la presión encima de llevar a su equipo a uno de los primeros lugares.
Ese es el gran dilema que tiene ahora su carrera, sus números son de 7,9 puntos y 7,3 rebotes en 22.4 minutos por juego en su primera estación con Portland, y cada noche debe enfrentarse a los mejores jugadores de la posición centro. Tal vez sea comprensible para su proyección que le estén exigiendo tanto por su elección de primer pick, pero sólo queda esperar y preguntarnos ¿qué pasara con esta bestia del juego en el colegial?, porque en la NBA, hasta el momento, no ha descollado todo el potencial que tiene este joven de la posición centro, Greg Oden.
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