Su llegada al mundo del boxeo fue espectacular, no había rival que durara tres round frente a esa máquina de poder e intimidación que ofreció otro giro al deporte de las narices chatas. Solo un empujón fue suficiente para que Mike Tyson acabara en el piso delante de 15.000 espectadores que presenciaron su último combate.
Ya en el piso se dio cuenta que no podía disputar un asalto más, que su condición física no era la misma, ya no le interesaba boxear, ya no existían ganas ni disciplina para seguir disfrutando de cada segundo en un cuadrilátero, ya no podía seguir pasando vergüenza, este era su fin.
El polémico campeón tira la toalla para siempre. El hombre que salió de una alcantarilla llegó bien lejos en este deporte donde ganó 44 peleas por K.O, perdió en seis oportunidades, y tuvo dos sin decisión, ganando fortunas, y hoy está en bancarrota.
El muestra ese retrato doloroso de lo que ha sido su vida. “Nunca aprecié la fama a no ser que la usara para conseguir lo que quería. Abucé de ella. Fui egoísta y no aproveche mi tiempo”. Suspiró Tyson, quien gasto más de 400 millones de dólares durante el tiempo que brillo como boxeador.
Su infancia fue dura estuvo implicado en una veintena de delitos, muchos de ellos a mano armada. Por eso fue enviado a Tryon School, una casa correccional en Nueva York. Su madre sabia que eso significaba lo mejor para él, nunca se opuso, allí consiguió conocer a Bobby Stewart, un antiguo peso welter, y profesor del establecimiento. Quien acepto el pedido de Tyson para enseñarle las lecciones del boxeo.
Tanto Stewart como Tyson hicieron un trato, en la medida que Tyson avanzara en sus estudios Stewart le enseñaba más de la disciplina. En muchas ocasiones el personal de Tryon hablaba de cómo era posible que se escucharan ronquidos, y gemidos provenientes del cuarto de Tyson a las 3 y 4 de la madrugada. Simplemente era él practicando, se convirtió en un obsesionado del boxeo.
Pero en realidad fue la tutela de Cus D´Amato quien se convierte en su guardián legal, y se lo lleva a su casa a vivir con él y su esposa Camille Ewald, en el distrito de Catskill. Donde le enseñarían a boxear como un profesional, y no como un amateur.
El 4 de noviembre de 1985, Cus fallece y su pupilo e hijo adoptivo queda expresamente en las manos del inescrupuloso promotor Don King. Quien lo convierte en el campeón de los pesos pesados más jóvenes en la historia del Boxeo Profesional, cuando el 22 de noviembre de 1986, en las Vegas le arrebató el título del WBC al jamaiquino Trevor Bervick en dos asaltos.
A pesar de alcanzar toda la fama y el dinero posible, su carrera fue un desastre en lo personal. Nunca pudo recuperar la aparente humildad que un atleta debe lograr cuando esta en este nivel. Su imagen quedo destruida, y tras más de 20 años de peleas quedo aturdido emocionalmente.
Esto lo condujo a ser una persona fría, cruel y dura. Ahora Tyson pelea por ganarle a la vida lo que será su última pelea, con un futuro incierto, aplastado económicamente por sus excesivas deudas fiscales, y sus graves inconvenientes financieros, productos de sus malos negocios, y una fallida administración. Hoy el hombre de hierro, el hombre intimidante dentro de un cuadrilátero, es solo un manso corderito que lucha por conquistar cada round que la vida le ofrece.
Ya en el piso se dio cuenta que no podía disputar un asalto más, que su condición física no era la misma, ya no le interesaba boxear, ya no existían ganas ni disciplina para seguir disfrutando de cada segundo en un cuadrilátero, ya no podía seguir pasando vergüenza, este era su fin.
El polémico campeón tira la toalla para siempre. El hombre que salió de una alcantarilla llegó bien lejos en este deporte donde ganó 44 peleas por K.O, perdió en seis oportunidades, y tuvo dos sin decisión, ganando fortunas, y hoy está en bancarrota.
El muestra ese retrato doloroso de lo que ha sido su vida. “Nunca aprecié la fama a no ser que la usara para conseguir lo que quería. Abucé de ella. Fui egoísta y no aproveche mi tiempo”. Suspiró Tyson, quien gasto más de 400 millones de dólares durante el tiempo que brillo como boxeador.
Su infancia fue dura estuvo implicado en una veintena de delitos, muchos de ellos a mano armada. Por eso fue enviado a Tryon School, una casa correccional en Nueva York. Su madre sabia que eso significaba lo mejor para él, nunca se opuso, allí consiguió conocer a Bobby Stewart, un antiguo peso welter, y profesor del establecimiento. Quien acepto el pedido de Tyson para enseñarle las lecciones del boxeo.
Tanto Stewart como Tyson hicieron un trato, en la medida que Tyson avanzara en sus estudios Stewart le enseñaba más de la disciplina. En muchas ocasiones el personal de Tryon hablaba de cómo era posible que se escucharan ronquidos, y gemidos provenientes del cuarto de Tyson a las 3 y 4 de la madrugada. Simplemente era él practicando, se convirtió en un obsesionado del boxeo.
Pero en realidad fue la tutela de Cus D´Amato quien se convierte en su guardián legal, y se lo lleva a su casa a vivir con él y su esposa Camille Ewald, en el distrito de Catskill. Donde le enseñarían a boxear como un profesional, y no como un amateur.
El 4 de noviembre de 1985, Cus fallece y su pupilo e hijo adoptivo queda expresamente en las manos del inescrupuloso promotor Don King. Quien lo convierte en el campeón de los pesos pesados más jóvenes en la historia del Boxeo Profesional, cuando el 22 de noviembre de 1986, en las Vegas le arrebató el título del WBC al jamaiquino Trevor Bervick en dos asaltos.
A pesar de alcanzar toda la fama y el dinero posible, su carrera fue un desastre en lo personal. Nunca pudo recuperar la aparente humildad que un atleta debe lograr cuando esta en este nivel. Su imagen quedo destruida, y tras más de 20 años de peleas quedo aturdido emocionalmente.
Esto lo condujo a ser una persona fría, cruel y dura. Ahora Tyson pelea por ganarle a la vida lo que será su última pelea, con un futuro incierto, aplastado económicamente por sus excesivas deudas fiscales, y sus graves inconvenientes financieros, productos de sus malos negocios, y una fallida administración. Hoy el hombre de hierro, el hombre intimidante dentro de un cuadrilátero, es solo un manso corderito que lucha por conquistar cada round que la vida le ofrece.
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