Cuando el cubano José Contreras firmó con los Yankees de Nueva York en el año 2003, uno de los dueños de los Medias de Boston. Larry Lucchino, frustrado, expresó ¨los Yankees son el Imperio del Mal de las Grandes Ligas, ya que solo ellos quieren dominar el juego por completo¨. Pero este señor borró de la memoria quienes fueron los culpables de crear tan monstruoso equipo.
Los New York Highlander en esos primeros años de las mayores, no eran una franquicia ganadora, sino los Medias Rojas de Boston, quienes eran la franquicia exitosa del 1900 al 1918. Ganando cinco campeonatos, y los famosos Yankees ninguna. En aquel momento todo fue color de rosa para la gente de Nueva Inglaterra. Hasta ocurrir un cambio que marcó el rumbo de ambas franquicias.
Ya para el 1919 los Yankees obtuvieron al lanzador Carl Mays, y la carnada principal la lograron precisamente a finales de ese año con un préstamo de $300,000.00 mil pesos para atrapar la mayor presa de todas ¨Babe Ruth¨. Lo que es peor, en el curso de esos años que siguieron Frazee pagó el préstamo mediante el cual envió más jugadores a New York para ese entonces.
La selección de esos jugadores apropiados de Boston era realizada por el gerente de Ed Barrow, al final de la temporada de 1920, las negociaciones de Barrow con Frazee durante esas tres temporadas le agenciaron a los Yankees las siguientes estrellas de Boston; Waite Hoyt, Sam Jones, Joe Busch, Herb Pennock, Geoge Pipgras.
También el receptor Wally Schang y los jugadores del cuadro Everest Scott y Joe Dugan, en el transcurso de esos años de 1921-1923 estas adquisiciones ayudaron a obtener tres pennants consecutivos, a la vez enterraban a los orgullosos Medias Rojas de Boston.
Aunque fue el carismático Babe Ruth quien marcó el cambio definitivo para los Yankees, este joven coloso fue la imagen pura del béisbol, con su bestial ofensiva. Ruth acumuló 10 títulos de cuadrangulares durante los años de 1920-1931, y en las últimas seis de esas campañas, el bateo 302 cuadrangulares, incluyendo su records de 60 aldabonazos en 1927.
Al final de la temporada de 1931 la producción de cuadrangulares de Ruth excedía los 600, y cuando se retiró en 1935 había elevado su total a 714, a la vez que compilaba un promedio de bateo de por vida de 342. Además de ayudarlos a ganar cuatro series mundiales en el 23, 27, 28 y 32.
Esta fue la razón por la cual los Yankees de Nueva York construyeron su imperio del mal dominando el beisbol a su antojo, y todo esto se debe al equipo de Boston y su malo negocio en esa funesta temporada de 1919, ya que sin darse cuenta estaban creando con ese cambio la mística y tradición del equipo rayado, cediendo su reinado, y el más grande jugador de todos los tiempos el ¨bambino Babe Ruth¨. Y para darle el toque mágico, también enviaron a un grupo de peloteros, muchos de los cuales están en el salón de la fama. Siendo estos partes importante del complemento ideal para la formación del Imperio del Mal, y la mayor rivalidad en los Estados Unidos entre los Yankees y Boston.
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