Beisbol Dominicano “Herido de Muerte”

Luego de varios minutos de forcejeos, una nube negra arropó el estadio de San Francisco de Macorís, fanáticos y peloteros iniciaron una guerra que pudo ser fatídica para el pasatiempo nacional de los dominicanos, el beisbol. Bolas, botellas, palos, piedras, fueron parte del arsenal de armas que manejaron las personas que olvidaron por momentos que el deporte es para sano entretenimiento y no para agredirnos entre nosotros mismos.
Que mal nos sentimos los que presenciamos el encuentro y los que recibieron la noticia al día siguiente, al enterarse del indigno espectáculo que ambos equipos protagonizaron esa noche. Nos preguntamos porqué tenemos que vivir con ese salvajismo, que no nos conduce a nada. Daba pena ver a fanáticos y peloteros lanzarse objetos entre sí, dejando en consecuencia 5 personas heridas, incluyendo una niña que nada tenía que ver con la agresión.
¿Tiene algún sentido provocar la muerte de algún ser humano en un deporte tan sano como es el beisbol?, ¿dónde estuvieron el “profesionalismo” de los peloteros del Licey y la cordura de los fanáticos de San Francisco de Macorís?, ¿dónde estuvo la seguridad del estadio en ese momento?, ¿no pueden los ejecutivos de los Gigantes poner una seguridad más fuerte, principalmente para los juegos de esos conjuntos?, ¿qué determinará la Liga Dominicana de Beisbol sobre este situación?.
Estas y otras aún no formuladas son las preguntas que debemos hacernos sobre este tipo de incidentes, ya que son muchos los responsables de herir de muerte el beisbol dominicano y dejar a un lado su belleza como deporte; y lo peor de todo es que se tiñó con sangre un partido que es para el deleite de todos, tanto adultos como niños. Y ahora me pregunto: ¿Qué ejemplo les damos a todos esos menores que contemplaron esa bajeza?.
¡Con esto perdemos todos y mucho!. ¿Qué sienten hoy los actores de ese “espectáculo” al ver los diarios internacionales y nacionales comentando sobre el grado de brutalidad de las acciones efectuadas esa noche?. ¡Que no me digan los actuantes que todo eso fue en defensa del deporte!, pues en mi cabeza no cabe un acto criminal en defensa de ninguna disciplina deportiva. Todos debemos meditar sobre lo sucedido, para que no se vuelva a repetir un acto tan vergonzoso que empaña la realidad de nuestro deporte rey.
El descargar tanta furia entre nosotros mismo es una acción que debemos erradicar, mucho más si es en un encuentro deportivo, donde se supone que es para la sana recreación familiar. Ojalá esto no suceda de nuevo. Ningún deporte tiene sentido si provocamos estos desordenes tan salvajes; en especial si hay niños, los futuros fanáticos o deportistas del mañana.

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1 comentarios:

  1. Si estoy de acuerdo, ese fue un espectáculo feo, sobre todo para los seguidores de ambos equipos.

    Caramba....