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El "Big Papi", como apodan cariñosamente a David Ortiz, tuvo otro momento fulgurante en una temporada de resurrección al conectar una serie incesante de potentes batazos hasta las tribunas elevadas por encima del muro del jardín derecho.
Ortiz bateó un total de 21 cuadrangulares en las primeras dos rondas en el que fue su cuarto derby antes de superar a Ramírez y en una competencia en la que estuvieron ausentes algunos de los mejores bateadores de poder de las Grandes Ligas.
Ramírez empató los 21 cuadrangulares de Ortiz en las primeras dos rondas, al colocar todos sus cañonazos por encima del muro del jardín izquierdo.
Sin embargo, Ortiz se convirtió en apenas el segundo bateador en alcanzar dos dígitos en cuadrangulares en la ronda final, mientras que Ramírez sólo bateó cinco cuadrangulares.
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