Tiger Woods no es el jugador dominante y depredador que solíamos conocer


ESPNdeportes.com

Tiger Woods ha perdido su compostura en el campo antes. Esto es lo que ha cambiado: su angustia ahora se potencia por el hecho de que no puede ganar desde atrás porque simplemente ya no es tan bueno como era.

Los problemas que antes se sacaba rápidamente de encima ahora parecen transformarse en pequeñas tragedias griegas patea el campo, baja la cabeza, tira sus palos luego de malos tiros y luego insinúa que el mundo o incluso sus amigos más cercanos (incluyendo a Steve Williams, su caddie hace 11 años) lo están traicionando.

Confesó haber violado uno de sus principios más antiguos: comprometerse completamente con cada tiro que pega.

"Le dije a Steve que cometimos tres errores mentales y lo único que nos costó fue la chance de ganar el U.S. Open", dijo un irónico Woods en una breve entrevista televisiva.

Woods hace cuatro meses que regresó y todavía sigue luciendo como cualquier otro jugador que es vencido por una cancha difícil. Está lejos de ser el dominante y depredador Tiger que solíamos conocer.

Ese Tiger pasó gran parte de su increíble carrera fortaleciendo la imagen de invencibilidad que él construyó. Ese Tiger lo podía todo. ¿Barrer con los cuatro majors el mismo año?

"Está dentro del alcance", dijo Woods en 2008. ¿La sugerencia de que podría terminar invicto en todo un año? "Ese es el plan", dijo Woods tras una racha en la que ganó cuatro torneos seguidos y 16 de sus 30 torneos previos.

Ese era el Tiger que arrancaba líder. Pero ese muchacho ya no está con nosotros.

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