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El comisionado de las mayores, Bud Selig, envió una carta de felicitación. Una pelota y la gorra usada por el serpentinero californiano en la victoria de 5-0 obtenida el lunes serían entregadas al Salón de la Fama después de la campaña. El lanzador habló también con su esposa y con sus hijos, quienes se encontraban en el norte de California, para un campamento, pero vieron el encuentro por la televisión.
Matthew, de 8 años, criticó a su padre el mes pasado, después de que Garza permitió siete carreras en apenas una entrada y un tercio, para caer ante los Marlins de Florida. Incluso le dijo al lanzador: "Yo podría hacer lo mismo".
Matt Garza ha ganado ahora cuatro decisiones consecutivas y se apuntó también su primer salvamento de la campaña, todo después de aquella mala actuación. Pero cuando el lanzador preguntó al mayor de sus tres hijos qué pensaba de su desempeño más reciente, el chico no mostró complacencia alguna.
"Me dijo: Todavía no lanzas en el Juego de Estrellas", citó el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Americana en el 2008, con una gran sonrisa. "A él le gusta competir y siempre me mantiene con los pies en la tierra. Me dijo: 'Todavía no eres el mejor'".
Pero los Rays consideran que Garza, obtenido de las filas de Minnesota unos meses antes de que Tampa Bay llegara contra todos los pronósticos a la Serie Mundial, tiene el talento para convertirse en uno de los mejores serpentineros de las mayores.
Enfrentó al mínimo de 27 bateadores en el juego contra los Tigres, al sólo regalar un boleto en el segundo inning. Esa base por bolas a Brennan Boesch quedó borrada, con una doble matanza.
"Me quedé a un lanzamiento del juego perfecto", dijo Garza. "Pero si no hubiera dado la base por bolas a ese bateador, quizás las cosas hubieran cambiado... Las cosas pasan por una razón. Estoy feliz de cómo salió todo".
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