Blog de Sudáfrica 2010
BUENOS AIRES -- Dicen que no hay nada que se compare a jugar una Copa del Mundo. Sólo algunos elegidos cumplen ese sueño maravilloso, por eso los futbolistas que logran defender los colores de su Selección en un Mundial son verdaderos privilegiados. Sin embargo, hay una manera de hacer aún más grande ese privilegio: participar de una Copa como jugador y luego hacerlo también como técnico.
Como jugador, Maradona fue la antítesis del batallador volante gaúcho, pero en el banco tienen varias similitudes. Diego fue el mejor futbolista de todos los tiempos y está haciendo sus primeras experiencias como seleccionador. En Sudáfrica, dirigirá su primer torneo importante y tendrá el desafío de volver a conducir a Argentina a la gloria, tal como lo hizo desde el verde césped 24 años atrás.
En México 86, el combinado albiceleste hizo su debut frente a un débil y sobre todo violento equipo coreano. El conjunto asiático volvía al Mundial después de 32 años y esa inexperiencia se tradujo en golpes y torpeza. En aquel partido, Huh Jung-Moo le propinó al Diez argentino una de las patadas más célebres de la historia.
Hoy, los protagonistas de aquella acción de kickboxing volverán a verse las caras en una Copa del Mundo. Huh es el técnico de Corea del Sur, una Selección que en nada se parece a aquel rudimentario plantel y llegará a Sudáfrica con el objetivo de clasificar a octavos y sin necesidad de recurrir a la violencia.
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