ESPNdeportes.com
La vieja leyenda de que Italia accede casi a rastras a las segundas fases de los mundiales se derrumbó en el estadio Ellis Park de Johannesburgo, un recinto que los seguidores del equipo transalpino incluirán en la lista de escenarios negros de la historia de su selección.
Ya en el partido inicial del grupo, ante Paraguay, quedó claro que Italia no estaba a la altura de lo esperado. Nunca tuvo argumentos consistentes en aquel encuentro y sólo una acción aislada le permitió empatar contra el equipo sudamericano, mucho más sólido y que ha sido a la postre el líder del grupo.
Algunas alarmas más se encendieron con el pírrico empate ante Nueva Zelanda, un equipo limitado, cuyos jugadores habían dicho que su objetivo era demostrar que no iban a ser el hazmerreír del Mundial. No lo han sido. Se han marchado a casa con tres empates y un punto por delante de Italia.
El igualado ante Nueva Zelanda se resolvió gracias a un gol de penalti en el segundo periodo del partido, sin que Italia demostrara ser un campeón que se medía a un rival sin más pretensiones que no recibir goleadas.
La puntilla la ha puesto Eslovaquia, el único equipo de los 32 del Mundial que nunca había disputado este torneo. A base de oficio y convicción, con orden y consistencia, doblegó a los italianos, que sólo ofrecieron diez minutos finales heroicos en los que, igual que perdieron, pudieron empatar, lo que les habría metido en los octavos.
Parece, pues, que el proyecto de Marcello Lippi ha concluido. El técnico italiano contó con el bloque que fue campeón en Alemania, pero ahora no le funcionó. Muchos de sus jugadores eran ya veteranos entonces. Ahora, su experiencia no ha sido suficiente y por ello se presentan en el horizonte tiempos de profunda renovación.
0 comentarios:
Publicar un comentario